jueves, 3 de mayo de 2012

PAGINA 3

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El ojo del Lechuzón

ME VOY PORQUE SE TERMINARON LOS NEGOCIOS
  Por Río Cuarto anda un tal Martínez. Hacía negocios varios con la gestión de Alicia Lemme; se lo llamaba continuamente para que arreglara asuntos de aguas y cloacas y se le abonaba varias veces el costo de sus tareas.
  Todo iba viento en popa en esa empresa hasta que el pueblo de San Luis decidió mandarles un misil por el centro. A partir de ahora las cosas se harán por administración y se terminó el contrato con estas empresas de los amigos. Otros que tuvieron que poner pies en polvorosa fueron los sobrinos, que se dice han disuelto «Las Lomas Group».
  Decíamos que Martínez se volvió a Río Cuarto; parece que dejó un mensaje claro al partir, «me voy por que se terminaron los negocios».
  ¡Mammmmita!

Policías de juguete, maestros pico y pala


Dicen las malas lenguas que la verdadera idea del gran maestro Sócrates Albertum es nivelar para abajo. Esa es la respuesta que grita a los títeres que le consultan por los problemas de estos días. Nivelar para abajo, significa que deben mediocrizar las pocas bases de los estamentos provinciales: seguridad, educación, economía, etc.
O sea, la idea madre, es que en vez de premiar a los mejores policías, se premie a los malos, o mejor dicho al poco mérito.  Esto es lo que en definitiva se busca, que haya policías de juguete cuidando al pueblo que no lo quiere, maestros pico y pala educando a sus hijos y empresarios mendigos que solo piensen en una dádiva para zafar del hambre.

EL VOTO DEL ADOLFO

 El voto en contra por la nacionalización de YPF, de Adolfo, su amiguita Lila y don Romero de Salta, nos hizo retrotraer en el tiempo, a la época que estos personajes eran íntimos socios del «amigo» Carlos Menem, compartieron plenamente sus políticas y sacaron de ellas suculentas ganancias.
  Y como al Lechuzón nada se le escapa, encontramos la causa de la inquina de Adolfo con este tema. Resulta que en la previa de las elecciones presidenciales de 2003 don Adolfo se convirtió en el hazme reir nacional cuando en un programa de Grondona y con suficiencia académica escribió en un pizarrón, la palabra «petrolio»; ¡así, con i y sin acento!.  Dicen los que saben que ese día el Adolfo arruinó para siempre cualquier aspiración de relevancia nacional.
  Una verdadera indigestión con el «petrolio». ¡Con razón voto en contra!.

EN LA PAMPA Y EN LA VIA

  Tanto teatro y aparición en revistas del corazón, a Alberto Rodríguez Saá, a veces le zumban groseramente los oídos; parece que mucha gente se está acordando de él, y no muy bien como se verá.
  Entre ellos hay varios centenares de jóvenes a los que hizo trabajar gratis durante su gestión, haciendo guardia a la intemperie, y cumpliendo tareas policiales, sin siquiera haber recibido la instrucción mínima ni recibir una paga de viáticos.
  Una madre denunció que su hijo, como a los demás centenares, los tuvieron cinco meses sin cobrar nada, para colmo algunos agarraron fieras pestes por trabajar al aire libre e incluso Jesús Chena, que nunca recibió un miserable centavo, murió de insolación cubriendo una ruta.
  El gobernador Poggi reconoció el desliz y echó a una funcionaria de cuarta a quién se adjudicó el desaguisado. Mientras, nunca hubo ni habrá resarcimiento a los familiares de Chena.
  ¿No sería mejor apuntar más arriba?.

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