sábado, 20 de octubre de 2012

PAGINA 6

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Un cuento natural, para un poema sin nombre
 Por Federico Robles –
 Maestro Rural

Hace veinte mil años, existía una extensa y profunda laguna de salmuera en la región desértica de la desembocadura del río Seco. Los fósiles marítimos son las huellas del Paraíso Perdido. En tiempos de la cosecha de sal, la laguna se seca y se petrifica tomando un color de cielo rosado que llama a los mineros como el polen a la avispa. Con el viento del invierno se forma una capa profunda de sal. Los cosecheros, en primavera, antes de la lluvia, juntan con palas y carretillas las parvas de un mar antiguo. Sobre la vieja vía desde Balde a Salinas del Bebedero , llegaban hasta la parte de ``El Alto`` los vagones de la locomotora a vapor Orenstein & Koppel  de la Empresa. En invierno comenzaba la cosecha de la sal. Hasta la primavera, si traía vientos y sequía. Vientos de sal.
Aquel año, había florecido el jume. No la brea. Hugo Tejada trabajó en la Empresa desde joven.
Los pulmones se le cocinaron con el polvo salitroso de la cosecha. Su hijo no tiene trabajo, ojalá lo tomen en la Empresa. Acá no hay futuro. Solo el jume sobrevive allí. Le gustaban las destrezas de a caballo, las carreras de galgos y las peleas de gallos, los domingos en la mañana.  Los loros echaban bulla cuando el Padre  daba la misa a los santos. Don Tejada les rezaba a los gallos y a los chocos.
La yegua de Vicente le ganó a Pupón. Desde su casa se escucha la chimenea.
Desde `` El alto`` se escuchan las chimeneas de la Empresa.  Las lluvias de verano inundan la laguna de mármol y el reflejo del sol radiante sobre el agua quema la piel
como la ceniza de jume del Poeta.
A las estrellas del mar petrificadas en la Laguna , las compró el Dictador. Ahora el cielo rosa es suyo.
Todos extrañan el carisma del Dictador. Nuestras lágrimas son de sal. Su amor de Padre. El monte es suyo, también el néctar de la flor amarilla de la retama y el amarillo dorado de la  sacha – cabra, el mitilito, el arenal y la flor del algarrobo y el chañar. Su paraíso se esconde detrás de la parva de la cosecha. Es suya la leche de las cabras, el espinillo florecido, el verde de la brea, las napas de agua dulce, el canto de la Reina Mora , el sabor de la sal, el clamor de los sapos y los patos de la Laguna de la sal. Como extraño , el carisma del Dictador.
 
 A tu sexo de polen de la flor del chañar
Que me negaste como el agua dulce
Ahogado en la laguna de sal
Vi tu imagen en el reflejo del tanque de la estancia
Llorabas dentro de el, tus lágrimas nos dieron la sal
A tu piel oscura como los ojos del monte dormido
Soñando me perdí en el
Me atormentaron los perros mataqueros
Yo los escucho , son como loros que echan bulla y me persiguen   
Tu alma es el monte, y mi cuerpo agua salada.
Tu alma resucitará y mi cuerpo mirará hacia atrás
En la ciudad de Sodoma y Gomorra
Tu alma será la cosecha primaveral del próximo año
La sal del pan de los mineros
El agua dulce del tanque de ``El alto `` donde residen los cosecheros
A tu piel suave como el cristal de la helada en el agua de las chivas
Que me diste como a los clavos la carne del quebracho
En la vía que se pierde en el monte cuando se pone bravo
Como la espina del chañar que muerde como el puma a los pichones.
Como extraño el carisma del Dictador.
Todos lo extrañamos, si tan solo me abrigara
Mis ojos quedarán ciegos con el sol radiante sobre la parva de sal
A tu belleza infinita como el atardecer de la laguna rosa
Inmemorable la sigo como el jume a la sal
En tiempos de cosecha tal vez, tal vez en primavera si no llueve
Me mate junto a una brea florecida, ya
Y su amarillo me recuerde a un sueño perdido hace veinte mil años. 

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