jueves, 30 de agosto de 2012

PAGINA 4

Populardesanluis@yahoo.com.ar
LOS HUMORES DE LA ANDROPAUSIA

Temen que Poggi se escape con el santo y la limosna


Por: J. Chiclana

Hace exactamente dos meses, imperceptiblemente, algo empezaba a cortarse en la relación de los dueños de San Luis con su admi-nistrador de turno, esta vez el gobernador Claudio Poggi. La presidente de la Nación había llegado a la provincia y no bien se alejaba la sombra del Tango 01 una sorda disputa se desencadenó en el interior de la fuerza que hace tres décadas, casi, maneja a rienda corta la gran estancia de San Luis.
Es real que Cristina Fer-nández llega a San Luis por un cierto acuerdo de buena convivencia que acercara en Buenos Aires a Adolfo Rodríguez Saá con el jefe del bloque kirchnerista senador Manuel Pichetto. Pero también es notorio que el gobernador Poggi anudó durante su gestión en el ministerio de Economía provincial una intensa relación de amistad con Amado Boudou, en aquel entonces número uno del Ministerio nacional. Relaciones cruzadas que confundieron durante varios meses al ex gobernador Alberto Rodrí-guez Saá que dos días después de la visita pre-sidencial anunciaba que “Cristina estuvo en forma virtual en San Luis” y dejaba a salvo la caba-llerosidad de Poggi, obli-gado según parece a re-constituir relaciones con la Nación después de los desvaríos de la decadente cuasi década albertista.
Los sesenta días subsi-guientes fueron tiesos testigos de cómo se ahon-dara esta grieta, con un intermezzo teatral cuando la amiguita dilecta de Alberto, patrona de la estancia Rama, debió sufrir una de las tantas seguidillas de robos que sacuden a la gente pudiente – y no pudientes- de las zonas rurales. 
 
EL TEMOR AL OLVIDO

  Después de dejar el gobierno de la provincia un terrible bajón impregnó al ciclotímico don Alberto; de golpe tomó nota que la gente podía olvidarse de él, más bien que el olvido es regla de oro en todo proceso histórico; salvo, obvio, que uno sea figura fundante de algo, que no es el caso.
  Trató de avanzar con el teatro, la pintura, su proyección en el Puerto; dijo presente en algún homenaje, buscó orientar con opiniones de todo; mensaje subliminal, no se olviden de mi. Sin embargo, el olvido es hijo dilecto del tiempo, como bien conocían los antiguos griegos; y entonces hicieron eclosión los humores de la andropausia, Alberto estalló y desperdigó munición pesada contra la gestión de “los muchachos” poggistas. Ya había él advertido hace dos meses que era inútil acercarse al cristinismo, que nunca cumple lo que promete, que no devolverá “lo que debe” a San Luis, etc, etc.
  La reaparición del hermano fue exitosa, todos hablaron, generalmente mal por coacción, de sus punzantes observaciones. Aunque Poggi simuló recular, sus ministros reafirmaron la línea. Don Alberto debió volver a su cueva en las sierras, o buscar los más frescos aires del Plata; en el fondo le molesta que toda la corte siga abrevando en Las Terrazas y sus llamadas de teléfono hayan disminuido centesimalmente.

POGGI LA TIENE CLARO

Apoyado por el otro herma-no, que sigue fortaleciendo sus numerosos empren-dimientos productivos en San Luis, el gobernador tiene claro que a fin de año las cuentas provinciales tocarán fondo y que le será difícil participar de la gran pulseada política del año próximo enfrentando en un pie de igualdad a la Nación. Le será muy difícil decíamos, por que ya los hermanos se sienten muy seguros, judicialmente hablando, y no arriesgarán un gramo de su capital en otra sanguinaria campaña electoral enfren-tando a los Kirchner y a las demás fuerzas.
  Si Poggi apunta a los ocho años en el poder, segu-ramente tiene claro que deberá mirar más en el futuro hacia Buenos Aires, que a la pareja decadente de sexagenarios que ya han bloqueado sus aspiraciones políticas nacionales.
  Sólo podrán exhibir para encauzarlo los balidos lastimeros, con la nostalgia de haber sido y el dolor de ya no ser.


No hay comentarios: