Populardesanluis@yahoo.com.ar
Génesis 12:1-4 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
En la vida terminamos muchas veces actuando de una forma determinada por que simplemente así no lo enseñaron nuestros padres, abuelos, amigos, maestros, etc y terminamos haciendo cosas que muchas veces ni sabemos por que son así, nos quedamos en las costumbres, tradiciones y paradigmas que nos han inculcado desde pequeños y luego nos cuesta salir de allí, nos cuesta ver mas allá, por que cerramos nuestra mente a cambios y a una realidad venidera, ¿por que lo hacemos? no sabemos, tal vez nos quedamos en escenas vividas que difícil mente cambiamos.
Entonces llega el momento en que Dios te dice ¡Hijo Mío! has esto o has aquello y empiezas a cuestionar a Dios y a preguntarte ¿por qué?. Respóndete algo ¿antes lo hiciste cuando tu maestra te enseño que la m y la a decía ma?. Seguramente que no, ¿verdad?, pero obedeciste y fue allí cuando empezaste a aprender a leer y a escribir.
¿Por que entonces cuando Dios nos quiere guiar entramos a cuestionarlo?
Dios quiere que tu entiendas quien es El, por que permitió que le conocieras, para que te llamo y que debes hacer tu como cristianos e hijo suyo, El solo quiere que obedezcas sin buscar muchas razones, ni muchos ¿por que?, por que en los asuntos de El no debemos indagar el ¿por qué? simplemente debemos obedecer.
Abram como era su nombre primeramente obedeció y emprendió hacia un lugar que no conocía, sin cuestionar, pero hay algo importante él si conocía a Dios, a el poder sobrenatural que Dios tiene y sabia que con Dios solo podrían venir cosas buenas si el obedecía.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
En la vida terminamos muchas veces actuando de una forma determinada por que simplemente así no lo enseñaron nuestros padres, abuelos, amigos, maestros, etc y terminamos haciendo cosas que muchas veces ni sabemos por que son así, nos quedamos en las costumbres, tradiciones y paradigmas que nos han inculcado desde pequeños y luego nos cuesta salir de allí, nos cuesta ver mas allá, por que cerramos nuestra mente a cambios y a una realidad venidera, ¿por que lo hacemos? no sabemos, tal vez nos quedamos en escenas vividas que difícil mente cambiamos.
Entonces llega el momento en que Dios te dice ¡Hijo Mío! has esto o has aquello y empiezas a cuestionar a Dios y a preguntarte ¿por qué?. Respóndete algo ¿antes lo hiciste cuando tu maestra te enseño que la m y la a decía ma?. Seguramente que no, ¿verdad?, pero obedeciste y fue allí cuando empezaste a aprender a leer y a escribir.
¿Por que entonces cuando Dios nos quiere guiar entramos a cuestionarlo?
Dios quiere que tu entiendas quien es El, por que permitió que le conocieras, para que te llamo y que debes hacer tu como cristianos e hijo suyo, El solo quiere que obedezcas sin buscar muchas razones, ni muchos ¿por que?, por que en los asuntos de El no debemos indagar el ¿por qué? simplemente debemos obedecer.
Abram como era su nombre primeramente obedeció y emprendió hacia un lugar que no conocía, sin cuestionar, pero hay algo importante él si conocía a Dios, a el poder sobrenatural que Dios tiene y sabia que con Dios solo podrían venir cosas buenas si el obedecía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario