Triste y desolada imagen quedará de los primeros fríos del otoño del 2012, por habernos congelado el alma, llevándonos a la mas tenaz militante de las horas del infortunio peronista; aunque los vientos se congelen, o la tibieza del verano vuelva a reverdecer la ciudad, ya nadie podrá devolvernos a la “Gringa” Sosa,
Inspectora en escuelas del primer peronismo, abrevó en la verba de Evita para sostener las reformas fuertes que dieran vuelta las escuelas de San Luis en esos años; relegada con su familia supo sostener la llama de la resistencia en los años bravíos de los “libertadores”. Allá está todavía la olvidada comisión de la primera Unidad Básica femenina de San Luis, de 1963, que presidió con Velia Beneitone y tuvo por Secretaria de actas a Blanca Leyes, Secretaria tesorera a Pina Latini y secretaria de afiliaciones a Rosa Escudero. “De pie junto a Perón” se llamaba y llegó a tener más de 650 afiliadas que siguieron el fecundo derrotero que trazara Eva Perón para su Partido Peronista Femenino.
Siguió luego disputando en dictaduras, proscripciones y democracias recortadas hasta volver al gobierno provincial con Adre y al partido con
Irma se nos fue, se nos cayó con la primera hoja del otoño. ¡¿Qué digo que se cayó?! Vivirá en cada unidad básica femenina y en cada compañera, trascenderá la fuente oscura de las eras, cruzará los dinteles de las glorias militantes, volverá con el viento que se lleva las semanas.
Allí la veremos, cuando estemos por caernos, en la noche oscura del desamparo.
Y nos levantará, uno por uno.--
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