Un almuerzo navideño en el Hogar de la Hermana Paulina

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Hoy, 23 de Diciembre el conocido Hogar de la Hermana Paulina, reunió a las familias que comen diariamente para festejar la llegada de la navidad.

Hace un año, allí comían doscientas sesenta personas, entre niños, discapacitados, y ancianos.

Hoy, son cuatrocientas ochenta personas las que reciben el almuerzo diario, y recién a partir del mes de Junio, lograron por el esfuerzo de quienes aportan su grano de arena, la copa de leche para los niños.

Este comedor fue creado por, Paulina Montoya religiosa oriunda de Córdoba perteneciente a la Congregación Hermanas del Buen Pastor quien llegó a San Luis en 1960 para emprender una obra apostólica que cumplió hasta el final de sus días.

Actualmente lo lleva adelante, la señora Marta Rivadero junto a quienes donan.

Un poco de historia

La hermana, Paulina Montoya fue una religiosa oriunda de Córdoba perteneciente a la Congregación Hermanas del Buen Pastor.

Su gran afán fue siempre ayudar a los más humildes, lo que la hizo peregrinar por cuanta institución, comercio y persona que pudiera colaborar con su misión, que era ni más ni menos que asistir al necesitado y enseñarle la palabra de Dios.

Tenía 85 años, y en el año 2000, estaba viviendo en Córdoba en la Comunidad de Nazaret, donde compartía sus días con otras religiosas de edad. Se la trasladó a esa ciudad, a pesar de su resistencia y la de sus allegados, ya que ese año cerró la casa del Buen Pastor que funcionaba en San Luis.

Desde 1965 trabajó en la ciudad de San Luis en la catequesis de los barrios de la zona oeste. A ello se sumó la labor que realizó atendiendo a los más humildes en sus necesidades, especialmente a los niños, enseñándoles catequesis, trabajos domésticos y labores.