viernes, 6 de mayo de 2011
PAGINA 2
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EDITORIAL
DATOS DE UNA REALIDAD ALARMANTE
Por Carlos Torres Moyano
El proyecto de ley remitido al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional, por iniciativa de la Señora Presidenta Dra. Cristina Fernández de Kirchner, con el propósito de modificar el Código Penal, en lo referido a la Ley 25246, que tipifica el lavado de activos como «delito autónomo», ya tiene un dictamen en plenario de las comisiones de Legislación Penal y de Finanzas, e incorpora nuevos «sujetos obligados» dentro de la referida ley. Estas modificaciones al Código Penal permite actuar a la Justicia imponiendo penas no excarcelables, los abogados, partidos políticos y sindicalistas están obligados a denunciar movimientos de fondos sospechosos. Controles más duros harán más dificultosas las transacciones financieras en los bancos y habrá también controles a los sindicatos. Algunos «políticos y políticas» pretendían restarle poderes al Estado para actuar, pero la norma fue votada por 181 votos afirmativos, ninguno negativo y 7 abstenciones. Es de vital importancia para que nuestro País deje de estar sospechado y pasible de una condena internacional, por carecer de instrumentos legales para reprimir y controlar el lavado de dinero proveniente del narcotráfico, venta de armas y otros delitos conexos condenados por el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), que regulan este tema en el mundo; y que el próximo mes de junio, se reunirá para tratar estas cuestiones. Recordemos que nuestro País esmiembro pleno de dicha organización, por lo cual está obligado por estas circunstancias, de contar con los instrumentos normativos aprobados y resueltos. Felizmente esta ley fue aprobada con algunas modificaciones, que favorecen en mayor grado la participación de la UIF (Unidad de Información Financiera), organismo del Estado que ejerce dichos controles.
Y en relación con esta cuestión nos vemos precisados a efectuar algunos comentarios
vinculados con el narcotráfico, para lo cual sólo daremos algunas cifras que tienen que ver con este tema: Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen, (UNODC, por sus siglas en inglés) las cantidades de droga que se produce en el mundo es de 1.000.000 de kilogramos de cocaína, 8.870.000 kilos de opio, 41.400.000 kilos de marihuana y 500.000 kilos de anfetaminas varias, donde seguramente nos quedamos cortos, y que representan una movilidad en cifras económicas y financieras, por el orden de los 600.000 millones de dólares, que necesariamente alguna incidencia tienen en el mundo bancario en primer término y en los países que la producen, y los que la consumen en segundo lugar. Y siempre sobre cifras oficiales tenemos los siguientes datos: Afganistán concentra el 92% de la producción mundial de opio con 200.000 hectáreas de siembra de adormidera, que a partir del opio se transforma en morfina o heroína y fluye hacia Europa y América a través de Pakistán, las ex republicas soviéticas de Turkmenistán y Uzbekistán y del largo corredor kurdo, de Georgia, Chechenia y los Balcanes. El resto de la producción, o sea el 8% lo concreta Myanmar con 30.000 hectáreas de amapola.
Colombia dueña del 55% de hojas de coca, con 100.000 hectáreas, Bolivia con 30.000 Hs. Perú con 25.000 Hs. Configuran el triangulo de mayor producción de cocaína del mundo cuyos principales mercados son los Estados Unidos y Europa.
Las vías de traslado del clorhidrato de cocaína son dos, las de mayor ponderación. Suben por el Pacifico vía Panamá o por el caribe colombiano, atraviesan Venezuela para hacer escala en las antillas con destino a los Estados Unidos. Donde la consumen el 10% de su población, es decir 30.000.000 millones de consumidores, entre 15 y 64 años de edad, (atentos al dato de los 300 millones de habitantes que este país posee). La otra vía cruza el Atlántico y toca África antes de entrar en Europa, con 3.000.000 de consumidores. En esta elemental cuantificación que hacemos, dejamos de lado la valoración económica de los dineros que maneja el crimen organizado en el mundo. Temas estos que dejaremos para otras editoriales, y de esta forma informar a nuestros respetables lectores, de la importancia que tiene esta Ley que acaba de sancionarse en nuestro País.
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