Días atrás asistimos a un debate en la cámara de senadores de
El grave problema de la pobreza en los niños, niñas y adolescentes no puede ser abordado metiéndolos en los cuarteles. Es un despropósito fruto de una mirada que discrimina, desprecia y no se propone avanzar integralmente sobre las causas del problema. Debieran brindarse a ellos las oportunidades que hoy no tienen a pesar de los enormes esfuerzos en la reconquista y recuperación de derechos que el proyecto político que encarna el gobierno nacional esta llevando adelante desde el año 2003. Esta posición -adoptada por estos legisladores “esclarecidos”- lejos de mostrar una preocupación hacia los jóvenes, tiene la impronta de castigo hacia los mismos, augurándoles un futuro de mayor incertidumbre y de tergiversación de su pensamiento libre. Los jóvenes piensan y sienten, son sujetos de derecho, y como tales hay que considerarlos en un marco de respeto. Hay que ayudarlos -tenemos la obligación de hacerlo- poniendo en funcionamiento mecanismos sociales que los contengan y alienten. Creer que en los cuarteles (sin dejar de hacer la salvedad de que es posible que a lo largo de estos años un porcentaje de sus miembros reconozcan la estructura republicana y democrática de gobierno), con disciplina y mano dura esta la solución, encubre una política y una ideología que como sociedad debemos desalentar y combatir. Ojala la cordura prime en diputados y esta media sanción quede en la historia como uno de los actos más vergonzantes de este sector del senado que aspira solo a poner obstáculos al avance del proyecto nacional y popular.-
Juan Alfredo Marchioni
Nuevo espacio nacional y popular
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