El “camillero” tenía una doble personalidad, como el Dr. Jeckil y Mr. Hide, el hombre tierno, trabajador y solidario en el Hospital se convertía en un torturador. Primero lo hizo con su madre teniéndola prisionera, junto a su perra “gina” (que dejó morir de hambre y sed) constituyéndose como carcelero en la casa de la viejita que sola y temerosa sentía por él una especie de amor-odio, impuesto por el terror.
En su departamento del Barrio de Vialidad Nacional, era el terrible golpeador de su esposa e hijas de 26 y 24 años. En una oportunidad, denunciado por su madre a la Comisaría Segunda (hace mas de 10 años) la justicia dispuso que la próxima vez que el golpeara a la niña iría preso. Los antecedentes constan en la citada seccional. Era un psicópata que imponía todo su poder brutal y enfermizo sobre esas pobres mujeres. Se consideraba dueño de “vida y haciendas” en ese feudo familiar que había constituido en su psiquis desquiciada. Primero con su madre de quién, como apoderado, cobraba para su bolsillo la pensión de su extinto marido y su jubilación. Obsesionado con demostrar su poder se la llevó a vivir a su casa, no permitiendo que la vieran ni sus otros hijos ni nietos, a quién les decía: ¿Quieren ver a la abuela? Y abriendo una hendija de la puerta de entrada les mostraba por unos segundos a la viejita sentada en una silla. Luego les decía, ¿Ya la vieron? ¡Ahora váyanse!
Le habría hecho firmar a la anciana un documento por la cual ésta le transfería lo que el creía que era la mitad de la propiedad que heredaría, no sabiendo que al ser un bien propio de su padre solo le correspondía a la señora una parte como al resto de sus hermanos. Con la muerte de su madre en el 2007 y al saber la verdad sobre la parte que le correspondería de la casa, (solo una quinta parte) desató su ira aumentando las demostraciones de su patología tambien contra sus hermanos. .
“El Camillero”, cerró, cambió las llaves y trancó puertas y ventanas para que ninguno de los herederos co-propietarios ingresara en la casa de Belgrano al 1663, todo esto puede ser corroborado por los vecinos.
Muerta su madre y su esposa cansada de las palizas que recibía abandona la casa del barrio, ante lo cual “El camillero” decidió instalarse a vivir en la casa paterna definitivamente, poniendo en venta (comentarios de vecinos) el departamento del Barrio.
A su regreso a la casa paterna, durante las noches picaba el revoque de las paredes del frente e interiores. Esto se ratificó según comentarios de los vecinos que lo oían martillar durante toda la noche y en otros momentos, dejaba ese tarea y se paseaba por el patio tocando un tambor hecho con medio bidón plástico o se las tomaba a puñetazos con una especie de bolsa de boxeo construida con una tabla adherida al piso en cuya parte superior le había colocado un protector hecho con pedazos de tergopol envuelto en gasas.
Aproximadamente un mes antes de que Gerardo Becerra intentara matarla, su esposa había realizado otra exposición en la Comisaría Segunda, sobre otra terrible paliza, lo que dio motivo a que se fuera de la casa del Barrio de Vialidad alojándose en lo de su tía abuela, madre del ex Concejal Zaragozo Muñoz
“El camillero” vuelve al ataque y va a buscarla convenciéndola, una vez más, con promesas de no volver a golpearla a que regresara a su Dpto. del barrio de los viales.. Pero su esquizofrénico esposo tenía otros planes.
A los pocos días de su retorno le hace saber que ha dispuesto vender el departamento, (comentario que ya se corría desde hacía tiempo atrás) y que ella debía firmar su conformidad, a lo que seguramente Noemí se niega, siendo este presumiblemente, el motivo desencadenante de la tragedia. Se presume que él la tira al suelo, una vez más y en el suelo le descerraja los tres tiros, dejándola por muerta …y se suicida.
La víctima del loco a pesar de tener dos tiros alojados en la cabeza y perdiendo sangre por el cuello por el tercero se arrastra hacia fuera donde es vista por unas vecinas que caminaban por el lugar y habían escuchado los cuatro disparos.
Investigación
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