martes, 10 de febrero de 2009

EL «ASADO» DEL PERONISMO OPOSITOR

El viento los amontona en su misma resaca menemista
Por J. Chiclana

Fue famosa la frase del gremialista Barrionuevo, en los comienzos del auge menemista, hace ya 20 años, cuando sentenció a sus amigos, “...dejen de robar dos años muchachos y el país se salva...”
Todos sabemos que la invocación no fue escuchada y una década después la Argentina entraba y se hundía en el pozo más profundo de su historia. No está de más recordar que gobernaban Menem-Duhalde. Y en San Luis los Rodríguez Saá.
Veinte años después y organizado por el señalado gremialista, líder del sindicato gastronómico, se produjo una asado en la costa atlántica que reunió a “lo mas selecto” del grupo de políticos enriquecidos mientras el país se hundía.

UN REJUNTE DE PIANTAVOTOS

Así como se presentan dudas que el futuro frente Carrió-UCR-PS no se vaya a convertir en una nueva Alianza, así también podemos afirmar en forma terminante que no hay ninguna duda que los reunidos el otro día en Mar del Plata es una verdadera caterva de piantavotos, tipejos que hicieron vivir horas muy amargas al país, y que se chorearon hasta el agua bendita. Véase si no.
Barrionuevo procesado por varios asuntos sindicales entre ellos recibir cuantiosos fondos de organismos internacionales y hacerlos desparecer en cursitos entre amigos; Puerta, gran terrateniente misionero, acusado de casos graves de desprotección y abuso hacia sus trabajadores, debió dejar el gobierno provincial casi como “por tirante”; de los hermanos de San Luis qué podemos decir, su fortuna mal habida es incalculable, todavía pende sobre ellos y varios familiares un juicio groso sobre enriquecimiento ilícito. Miguel Angel Toma, jefe de la Side y sus chanchullos en época de venta de arma y otros gruesos estofados. Y queda Duhalde, ex vice de Menem y gran socio, y de Ruckauf, y de Pierri, y de Gualtieri, y de tantas otras joyitas. Dijo que tenía en la provincia de Buenos Aires la mejor policía del mundo y debió salir disparando de la Rosada, unos meses después, cuando sus comisarios fusilaban piqueteros varios a sangre fría.

DUHALDE DICE QUE SE EQUIVOCÓ

Lo único destacable de la comida son las declaraciones de Duhalde que, al fin y al cabo, hay que reconocerle que es el único que pensaba. En una de ellas dijo refiriéndose a Néstor Kirchner que “no voy a poner candidato pues cuando lo puse me equivoqué”.
Bienvenida sea la equivocación si ella nos permitió salir de la crisis, duplicar el producto bruto, reunir 45.000 mil millones en el tesoro y 30.000 más en los bancos oficiales, pagarle al FMI y hacer otra cantidad de buenas realizaciones. Después de tantos gobiernos que tuvieron que salir disparando con el tesoro vacío, discutimos eso de que se haya equivocado.
Otra cosa que dijo es que “Alberto Rodríguez Saá puede ser presidente”. Sí, puede serlo. Como puede serlo Puerta, o Barrionuevo, o Toma, o Sanfilippo o el Negro de la Juana. La Constitución no se lo impide a nadie.
Las declaraciones de Duhalde no sólo muestran la falta de ideas y de iniciativas provechosas del grupo de piantavotos reunidos en Mar del Plata. Señalan además una fuerte preocupación por contener al peronismo opositor evitando que pueda producirse una verdadera polarización.
El tiempo dirá hacia dónde “evoluciona” este ramillete de cardos; y qué es lo que realmente busca.
La ciudadanía argentina tendrá que tener mucho cuidado con el despliegue de tantas espinas.

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