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El objetivo central de la reunión y bien común prioritario a tutelar fue la situación de la provincia de San Luis y ante el próximo recambio gubernativo, y tiene como principales protagonistas a peronistas disidentes y radicales en sus diferentes variantes.
La idea provino de los dirigentes Daniel Pérsico y Alfonso Vergés, que luego de participar de la reunión nacional del Partido Justicialista, y de ser atendidos particularmente por la presidente de la Nación Cristina Fernández, quedaron convencidos que se recibirá un fuerte apoyo para programar en San Luis un sólido proyecto alternativo, y que se debía superar el problema de las divisiones partidarias y tratar de llegar a un candidato único.
En ese sentido, luego de retornar a San Luis esos dirigentes impulsaron una primera reunión, con las diversas variantes del radicalismo, que se produjo hace diez días, y reuniones posteriores con otros sectores cívicos y sociales como la CGT San Luis para ir agrandando la rueda política opositora.
La reunión que se realizó el sábado en Merlo fue para reunir también a dirigentes de toda la provincia y tiene un norte bien fuerte que explicó con detenimiento un historiador local, «terminar de una vez para todas en San Luis con los gobiernos de familia».
Si se prioriza la situación provincial y se llega a acuerdos básicos sobre el próximo gobierno la posibilidad de unión está a la vuelta de la esquina, veamos sino.
EL RENOVADO APOYO NACIONAL
Una variante fundamental que ilumina al posible frente opositor sería esta vez que el Partido Justicialista nacional –o el gobierno nacional, como Ud. quiera-, está decidido a jugar fuerte en San Luis. Así se denotó por el respaldo sólido que recibieron los dos dirigentes locales –Vergés y Pérsico-, únicos en ser invitados y participar de la cumbre partidaria de diciembre pasado. A tal punto sería el compromiso que, dentro de dos o tres meses más, se podría resolver directamente la intervención del Partido Justicialista local, vaciado de ideas, dirigentes y doctrina por parte de los hermanos Rodríguez Saá.
Por otro lado, no escapa a la Nación que justamente aquellos dirigentes fueron la base del frente Más Vocación Sanluiseña, que superara ampliamente a otras variantes kirchneristas y peronistas opositoras en las elecciones del año 2009.
Por este motivo, ya habría sido propuesto, y aceptado en Buenos Aires, despegar la elección provincial y su armado de la problemática nacional, con vista a la conformación de un GRAN FRENTE PROVINCIAL, que llevaría candidaturas únicas a gobernador de la provincia y a intendentes municipales (cargos ejecutivos) mientras que podría dejarse al arbitrio de las «colectoras» el resto de las listas legislativas.
Claro está que en esta etapa del armado, y cuando hay muchas expectativas de candidaturas de por medio, se deberá sortear las fuertes presiones que vienen de abajo y de dirigentes de diferente extracción que antes de firmar cualquier acuerdo quieren que les aseguren su «carguito».
LAS CONVERSACIONES CON LA U.C.R.
El problema central de la unidad y a conformación del GRAN FRENTE OPOSITOR, más allá de que habrá que sumar a partidos menores, pasa por reunir en una sola fuerza a kirchneristas y radicales, todos ellos agrupados en diferentes siglas y a veces con muy tortuosas trayectorias.
Como la UCR de San Luis aparece como dividida en al menos tres sectores, no será fácil debatir y reunirse con todos ellos. El último frente que se realizó fue en la elección municipal de 2007 y, si bien se perdió el intendente, se lograron cuatro concejales de los que, uno fue radical. Otro ejemplo y posibilidad de acuerdo se da en el Concejo Deliberante de San Luis donde el bloque Dignidad Republicana se unió y constituyó mayoría durante el año pasado. En otros casos, como el Concejo de Villa Mercedes y la Cámara de Diputados ha sido imposible establecer un bloque único, y así no va andar.
Las experiencias de frentes y acuerdos entre los sectores del peronismo disidente y/o kirchnerismo y las fuerzas radicales son varias y constituyen importantes antecedentes de que puede ser posible el armado del GRAN FRENTE PROVINCIAL.
Se cae de maduro que ningún partido o sector político, solo, podrá disputar la gobernación.
El tema principal es que San Luis es tan pequeño que no puede dirimir el pleito nacional presidencial de octubre. En cambio si podemos resolver entre nosotros el problema político de nuestra provincia, en manos de un gobierno familiar y autocrático que ya lleva 27 años.
Solo falta que entendamos cuáles son la
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