lunes, 3 de agosto de 2009

NEGOCIOS NON SANTOS DE ALBERTO CON SANTURRO

Populardesanluis@yahoo.com.ar
¡Dejad que los niños y las niñas
vengan a nosotros!

Una chirinada que no está siquiera para CQC, es la que protagonizan a estas horas varios “pastores” ligados al poder político provincial, en su enfrentamiento con la Iglesia Católica local. La farsa esconde un tema de fondo, la impunidad.
El hecho desencadenante es el regreso del “padre” Santurro, que había sido casi expulsado por la Iglesia local, y cosechó oscuras acusaciones en Puerto Iguazú, Misiones, donde tenía su nuevo cubil. Parece que allí este sacerdote armó una madriguera en el fondo del templo donde convivía con varias jovencitas; pero no fue acusado por este hecho, que niega por supuesto, sino por pretender arrojar a las señoritas al mundo de la prostitución. De esa acusación también el hombre salió bien parado -ante la justicia civil-, pero no convenció al obispo de allí que lo mandó de vuelta a San Luis y con las serias acusaciones por el lomo. Basado en estos hechos el obispo local, monseñor Lona, puso COMO CORRESPONDE, al sacerdote bajo la justicia eclesial, que puede llegar a quitarle los hábitos.

SANTURRO Y BERLO ATRINCHERADOS EN EL DURAZNO

Una arista filosa de este sainete es que Santurro es muy amigo de Alberto Rodríguez Saá y su ex señora Tona Salino. Por eso cuando vino de Misiones se refugió en El Durazno, donde recibió protección. Los Rodríguez Saá le deben una buena. Resulta que cuando ellos cerraron la Colonia Hogar, y tuvieron serio conflicto con la Iglesia en el 2001, sólamente Santurro acepto decirles una misa, por ello le regalaron una 4 x 4, y el sacerdote fue tomado entre ojos por las autoridades de la Iglesia local.
Antes de ello Santurro la iba de cura “sanador” y era párroco del barrio San Martín. Allí hizo realidad la cita bíblica “Dejad que los niños vengan a mi!”. Tenía con él muchas mujeres, algunas discapacitadas, en edades núbiles, a las que se ocupaba personalmente de lavar e higienizar, con la humildad y sacrificio que debe tener todo sacerdote.
La cuestión fue que el obispo Lona le dio buena salida y ahora tampoco lo quiere aceptar de vuelta. Más que ello, debemos aplaudir una decisión de obispo de San Luis, tratar de eliminar esta manzana podrida de la Iglesia

SANTURRO AMENAZA IRSE A LA IGLESIA DE PIRULO

Pero resulta que Santurro, protegido y con todos los chiches de El Durazno -y sus noches-, a disposición, se dice perseguido. Entonces, recibe la adhesión de otros “pastores”, entre ellos un tal Berlo, ñoqui de la Cámara de diputados, protegido del presidente de ese cuerpo, Vallejo, y muy amigo del gobernador de la provincia. Además recibe el apoyo de toda la prensa oficial y del diario canalla, total las chinitas que están en juego valen lo mismo, para estos pillos, que María Soledad Morales.
En su delirio persecutorio, Santurro ha llegado a decir, que si es expulsado de la iglesia cosa que deseamos fervientemente, se iría a otro culto, que hay varios esperándolo.
Seguramente se referirá a Berlo o Hernández, “pastores” ligados al poder político provincial, y que a nadie representan, solamente a la obsecuencia y opacidad al servicio de una causa malvada.
Ya se va Vallejo en diciembre y Berlo anda en maniobras rastreras para quedar en la Cámara; mientras tanto su socio Hernández, concejal de chiripa, recorre el mismo espinel para colgarse a otro morral.
Sacerdotes de cartón, asociados al poder perverso que usufructúa la provincia, ninguno de ellos podrá ser vía de salvación.
A duras penas ni siquiera les dará esta vuelta para salvar su propio pellejo.-

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