De sueños también se vive, y todo cuarentón para arriba se acuerda sin duda de las explosivas películas de la Coca Sarli y como mostraba Carne argentina en El trueno entre las hojas. Con pocos valores cinematográficos, mucha pasión, el cine de Armando Bo significó a través de sus diferentes etapas, un paso inolvidable para el séptimo arte en esta parte del globo.
Isabel Sarli vive de sus viejas glorias; pero he aquí que de pronto se hace el milagro. Ya muy vieja para el cinematógrafo y casi olvidada, la Coca recibe una suculenta oferta de San Luis. Y declara en un programa de repercusión nacional, “nunca creí que a mi edad me iban a pagar una cifra tan fabulosa por un contrato”. Su hija también fue conchabada y las dos “chicas” estarán dentro de poco por el terruño. El monto “fabuloso” todavía no se conoce y se considera que nunca se sabrá con precisión de cuánto es el contrato y cuánto efectivamente se llevará.
¡Mientras no sea como la película de Di Sisto sobre Castelli que nunca se pudo conocer y malgastó más de tres millones, bienvenida sea!
¡Este San Luis da para todo!
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