¿OTRA MANIOBRA PARA DIVIDIR A LA OPOSICIÓN?
Por J. Chiclana
Cuando menos se lo esperaba el intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, apareció por San Luis para tirar flores a la vergonzante situación institucional de la provincia.
No se esperaba esta visita en virtud de ser Alberto Rodríguez Saá prácticamente un vecino de Bs. As. Ya informó el Popular en otra nota de la semana pasada que el gobernador de San Luis, que tiene su vivienda convertida en un atelier invadido por sus hijos en las calles Santa Fe y Libertad, vive allí, en pleno centro porteño, Barrio Norte más precisamente. No necesitaba Macri venir a nuestra provincia, se hubiera desplazado sencillamente hasta allí.
La cuestión es que el Lord mayor del puerto se presentó con frases elogiosas hacia la administración provincial ignorando el excesivo poder que ha concentrado una familia por 25 años y que por tan sabido se hace aburrido de relatar. Y que ha convertido la situación institucional de San Luis en una farsa, en una monarquía CASI constitucional, con máscara “democrática”.
Poco sabemos de otras declaraciones de Macri, pero no se puede ignorar cosas básicas de San Luis, como que el empleo basura es el mayor de país, para afirmar muy orondo que los gobernantes lograron “una enorme diferencia en términos de calidad de vida para sus habitantes”.
Dividir la oposición nacional
Conocedores del tema podemos adelantar algo más de la visita de Macri y hacia adónde apuntan las negociaciones con los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá. Se trata de armar otra alternativa a los Kirchner, otra vertiente política que pueda culminar en 2011 con una tercera fórmula presidencial.
Hubo que hacer rápido la movida pues, según es de dominio público, hace poco el radicalismo se reunió con la Coalición Cívica y el socialismo para avanzar en la
conformación de un gran frente anti kirchnerista. En sus primeros acuerdos decidieron participar el año que viene con fórmulas únicas en diferentes provincias argentinas, justamente las más grandes y que definen una elección nacional.
La conformación de un gran frente opositor es un serio problema para los esposos Kirchner, que han tratado con buen éxito en el pasado de alentar a otros candidatos para dividir a la oposición. Así fue como la candidatura presidencial de Alberto Rodríguez Saá quitó un millón de votos a la señora Carrió alejándola aun más de la posibilidad del ballotage en los comicios de octubre del 2007. En cambio poco pudo la candidatura de Sobish perjudicada por el innoble asesinato de un docente.
Alberto Rodríguez Saá, vio rápido el filón, que le permitiría quedar bien con los esposos Kirchner; por eso no bien terminada la elección del 2007 declaró que se presentaría de nuevo en el 2011. Si los Kirchner recibieron bien el mensaje entonces cuidarían su gestión -sin acosarlo en San Luis-, y lo alentarían a seguir adelante, como figura clave que pueda tener dividida a la oposición. Viene en su ayuda que los esposos gobernantes lanzaron con poco éxito al gobernador de Chubut, Das Neves, haciendo ver como que había tenido un cortocircuito con ellos. La candidatura Das Neves parecería no poder despegar.
Una sola cosa puede tirar todo abajo
Se comprende entonces la importancia que tiene la estrategia de los Rodríguez Saá por armar una alternativa que impida unificarse a la oposición. Ese negocio le permitiría tener todavía varios años de gran bonanza en San Luis. Como los Macri son gente “hecha” para los negocios, no sería raro que coincidan también estratégicamente.
El único problema que se puede presentar en el horizonte de todos estos pícaros es que se debe considerar la situación del millón de personas que, en todo el país, votaron a Alberto en el 2007. Ese millón puede entender que el suyo fue un voto perdido y no volverlos a elegir.
¡Y ahí se acabaría el negocio!. Porque las reglas de las democracias, por mas extrañas que parezcan, a veces, siempre han sido regidas por el voto de la gente. En definitiva, es usted, ... el lector, el vecino somos nosotros quienes podríamos echar por tierra todo este tipo de negociaciones de políticos mercantiles.
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