Las acciones escandalosas que provocara el Gobernador de la provincia, reteniendo desde octubre del 2009 los diferentes subsidios para el transporte automotor que da el Gobierno nacional y su política errática frente al trasporte de mediana distancia han provocado una situación caótica en los últimos días, que nadie sabe como terminará, algunos creen que ya no hay fusibles de por medio y que el propio Alberto Rodríguez Saá debería irse en virtud de haberse generado una situación de no retorno.
Los graves errores o acciones absurdas emprendidas por el Gobernador culminaron la semana pasada cuando debió hacer renunciar a la docente Ana María Abrahín que estaba al frente del Programa de Transporte. Su salida se debe a las serias irregularidades detectadas en la convocatoria y selección de empresas para presentar el servicio diferencial. A su vez este llamado estuvo teñido de oscuridad y muy limitado en virtud de no contarse con los subsidios nacionales. Por eso, las empresas en principio adjudicatarias –al igual que ya había pasado con el Transpuntano-, debieron colocar en las líneas coches usados. Los números no cerrarían igual y los defectos de adjudicación podrían arrastrar en los próximos días también a la ministra de Transporte María José Scivetti.
Por de pronto otras versiones hablan de coimas entregadas para repartir los corredores y perjudicar a empresas reales en beneficio de empresas fantasmas que no tienen unidades ni experiencia en el mercado. No debe extrañar esta situación en virtud de lo sucedido con Transpuntano, empresa oficial organizada por la intendente municipal de San Luis Alicia Lemme que ha recibido cantidad de críticas de los vecinos y que deberá sufrir una dura prueba dentro de pocos días cuando comiencen las clases.
Mientras tanto la suspensión que hizo el Gobierno nacional de la entrega de los subsidios a San Luis por el mal manejo de los mismos por parte del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá, no parece estar por terminarse, todo lo contrario, mientras el Ejecutivo de San Luis no rinda cuenta sobre cómo distribuyó el dinero no podrá recibir más fondos. Eso hace que ninguna empresa de San Luis pueda tener asegurado su futuro próximo, salvo con un gran aumento de tarifas, como que ya se está produciendo en Villa Mercedes y adelantara este medio.
Los subsidios nacionales son el Sistau, que atiende el esfuerzo por poner las empresas en movimiento; el del gasoil que entrega combustible a 0.65 pesos el litro y el de salarios que aporta poco menos de 700 pesos por chofer y por mes.
La falta de estos subsidios, que fueron suspendidos por la retención que hacía de ellos el gobierno provincial, hace inviable cualquier proyecto de transporte en San Luis.—
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