domingo, 25 de enero de 2009

San Gerónimo: Turismo olvido


San Gerónimo:
Turismo olvido
Mónica Mauras es la Presidente de Defensa del Consumidor de la provincia de Mendoza y llegó a San Luis junto a su hijo a principios del mes de enero con el fin de disfrutar de sus merecidas vacaciones.
Preguntó por los baños termales y se fue a San Gerónimo a acampar ya que le dijeron que había campings y todos los servicios turísticos que hay en otras partes.
Ya al llegar, le dijeron que había sólo dos campings, uno municipal y el otro privado, perteneciente a la Hostería. Ella eligió ir al primero, Instalando ya la carpa, se acercó un hombre, mano en la cintura y le ladró: "Ahí no puede", ese señor se llama Ramón" dice la turista, ya casi alienada. Y sin hacer demasiadas objeciones, decide obedecer, pero el hombre la llevó a un lugar donde no había ni sombra de un perejil. Al rayo del sol, sólo aguantó 4 días y decidió retirarse de este lugar y refugiarse en el de la Hostería. Lugar donde por fin le brindaron lo mínimo que deben ofrecerle a los acampantes: comodidades sanitarias, sombras, agua potable y energía eléctrica.
De esos primeros cuatro días surge su comentario para que los lectores del Popular sepan que en el camping municipal de San Gerónimo no dan ni siquiera un recibo, ni ningún otro papel para justificar gastos. En la primera noche, cayó un terrible aguacero; en plena noche, nadie asistió a nadie y eso que había gente con niños que lloraban porque algunas carpas se habían rajado por el viento. En esos momentos había unas 300 familias porque al día siguiente había una Fiesta organizada por el municipio.
En los baños, sólo 3 inodoros para colmos, sin agua. Un tacho de 200 litros con un balde. Al estilo refugiado de alguna toldería aborigen. La única encargada, es una mujer que además es la encargada del baño termal. O sea, no puede con tanto trabajo. Una sola persona para la atención de 300 familias y de los baños termales. ¿No será mucho señora intendente?.
Al segundo día, el joven hijo pretendió darse una ducha. El baño de hombres estaba tan sucio que no se podía ni orinar de lejitos. Azorado, preguntó por cómo haría para higienizarse, la señora le contestó en tono de broma: "Miiiijo!, póngase un poco de cremita y algún perfume y va a quedar re bonito", le dijo.
La señora Mauras solicitó inmediatamente un libro de quejas. La cara de la encargada se desorbitó de tal manera que dio la impresión de no saber de qué se tratara.
El libro de quejas es un obligación por ley en todo el país" sentenció. Al rato, salió del camping y fue a comprar cigarrillos. Otra sorpresa: sólo había Derby y al módico precio de $6. La sal fina $9 y la variedad en comercios sólo se remitía a 2. O sea, nada.
De todas formas, la señora Mónica Mauras insistió en decir que a ella le gusta mucho el turismo en San Luis, sólo que esta queja, la hace con el fin de mejorar o buscar que las autoridades sepan de lo que está ocurriendo en la promocionada municipalidad de San Gerónimo.

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